Los últimos años el Aprendizaje Basado en Proyectos, conocido actualmente como ABP ha ido ganando popularidad en nuestro país por su gran impacto sobre el aprendizaje de los alumnos. Es una metodología diferente, puesto que se centra en el trabajo entre profesores y alumnos como conjunto.
Es concebido como un método sistemático de enseñanza-aprendizaje que involucra al estudiante en el aprendizaje de contenidos y habilidades, a través de un proceso de indagación estructurado en torno a preguntas complejas y auténticas, y a productos y tareas cuotidianamente diseñados. Es un método el cual considero muy práctico dado que involucra de una forma activa al estudiante en la realización de diferentes tareas, de modo que hay una motivación e interés que les incita a continuar en su desarrollo.
El proyecto de aula busca aplicar los conocimientos adquiridos sobre un producto o proceso específico, donde el alumno tendrá que poner en práctica conceptos teóricos para resolver problemas reales. Podemos entender fácilmente que el rol del profesor y el alumno son muy diferentes que en los métodos de enseñanza tradicional. En el ABP los alumnos persiguen soluciones a problemas, generan preguntas, debaten ideas, diseñan planes, investigan para recolectar datos, establecen conclusiones, exponen sus resultados a otros, redefinen sus preguntas y crean o mejoran un producto final.
Teniendo en cuenta que el alumnado toma las riendas de su aprendizaje, el profesor debe garantizar que los proyectos encuentren el equilibrio entre la habilidad y el desafío, desencadenando una experiencia agradable en el aprendizaje.
Para conseguir sacar el máximo partido, los docentes necesitan crear un ambiente de aprendizaje modificando los espacios, dando acceso a la información, modelando y guiando el proceso. Además entre las acciones que deben realizar los profesores se encuentran: animar a utilizar procesos metacognitivos, reforzar los esfuerzos grupales e individuales, diagnosticar problemas, ofrecer soluciones, dar retroalimentación y evaluar los resultados. Los docentes deben actuar como orientadores del aprendizaje y dejar que los estudiantes adquieran autonomía y responsabilidad en su aprendizaje. El rol del profesor es más mediador o guía, y su labor se centra en encaminar al estudiante para que encuentre la mejor solución al problema.
El docente debe ser especialista en el método, manejar bien el grupo, coordinar la autoevaluación y otros métodos de evaluación significativos. Además debe motivar, reforzar, facilitar pistas, ser flexible ante el pensamiento crítico de los alumnos, conocer y manejar el método científico y disponer de tiempo para atender inquietudes y necesidades de los alumnos.
En cuanto al rol del alumno en el es central. Un proyecto debe incorporar el componente de autonomía del alumnado en las elecciones, y debe contar con tiempos de trabajo sin supervisión. Según los expertos, los estudiantes que perciben una mayor autonomía, tienden a tener experiencias más positivas y a percibir mejor este tipo de estrategias. Además, este tipo de trabajo autónomo, fomenta más la responsabilidad que los métodos de instrucción tradicionales. Como alumna que he utilizado este tipo de metodología, la autonomía es una de las características que más me gusta, dado que nos permite ser libres, sin ajustarnos a unas determinadas normas, de modo que nos implicamos más en la tarea porque utilizamos aquellas técnicas y estrategias que más nos gustan para llegar al desarrollo final de la tarea.
Dado que muchos de nosotros venimos de la carrera de Bellas Artes, hemos sido participes de la utilización de esta metodología. Yo, por mi parte, que me especialice en la rama de diseño e ilustración, he utilizado constantemente esta metodología en clase. Quizás se ha empleado más individualmente que colectivamente, dependiendo de cada tipo de trabajo, pero siempre con la misma finalidad. Gracias a la realización de este máster ahora comprendo muchas metodologías como esta y observar las partes positivas y negativas de cada una de ellas.
Una de las partes positivas a mi parecer es que los alumnos deben involucrarse en un proceso sistemático de investigación, que implica toma de decisiones en cuanto a las metas de aprendizaje, indagación en el tema y construcción de conocimiento. De esta manera hay una mayor comprensión de la materia y una gran implicación por parte del alumno para llevar a cabo las diferentes tareas para llegar a su fin.
Por otra parte, creo que a veces los trabajos son demasiado complejos para dejar a los alumnos que actúen por si solos. El trabajo del profesor es muy importante, ya que si no deja claros desde un principio los objetivos a tratar y guía a los alumnos en su desarrollo, estos fracasaran en su proceso y se sentirán frustrados. Creo que todos hemos pasado por dicha situación, por ejemplo me viene a la mente un trabajo que hemos realizado recientemente en clase. La profesora nos ha pedido realizar una unidad didáctica de un módulo artístico real. Es una actividad en grupo, y en un principio nos gustaba como se iban desarrollando las sesiones, pero a medida que se acercaba la fecha de entrega, escaseaba el tiempo en clase y aparecía la fatiga en muchos de los compañeros porque los resultados finales no eran los que tenían que ser. Creo que uno de los principales problemas es que desde un principio la profesora no nos dejo claras las pautas de la realización de la unidad didáctica y que ella no nos ha corregido las fases del proceso, nos proporcionaba rúbricas con las que debíamos evaluarnos a nosotros mismos nuestro trabajo. Ya que nunca habíamos realizado un trabajo similar muchos sentimos confusión a la hora de evaluar nuestro trabajo, porque muchas veces no sabíamos si estaba bien o mal, y en la siguiente clase ya tenias que continuar con la siguiente fase, y esto creaba un poco de estrés. Todo esto nos hacía sentir que andábamos a ciegas y veíamos que no avanzábamos.
Por mi parte si un día de estos soy profesora y decido utilizar dicha metodología en mis clases, deberé ser consciente de de manejar adecuadamente a los alumnos, así como motivarlos o ayudarlos a coordinar las diferentes actividad que se desarrollan en el proceso, atendiendo sus necesidades.
De entre las estrategias metodológicas emergentes, el Aprendizaje Basado en Proyectos es una de las estrategias que mayor crecimiento está teniendo en las últimas décadas. A pesar de que todavía existe un aglomerado de términos o acciones docentes que pueden confundirse con el ABP, éste se refiere a un método concreto que consiste en la generación de preguntas, búsqueda de las respuestas a través de procesos de investigación, trabajo en equipo, autonomía y responsabilidad de los alumnos y elaboración de un producto o proceso final expuesto ante una audiencia.
No hay duda de que muchas otras metodologías activas tienen resultados positivos en el aprendizaje, pero el hecho de seguir un método sistemático como el ABP nos “garantiza” la adquisición de ciertos aprendizajes y destrezas como el estudio autónomo, la búsqueda de información, la elaboración de presentaciones, el trabajo en equipo, la planificación del tiempo, la capacidad de expresarse de forma adecuada, en definitiva, lo que se ha venido llamando habilidades del Siglo XXI.
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